La pregunta ¿qué
lugar para el ser hablante en tiempos de la pandemia? Surge en estos tiempos
dominados por los discursos de la salud y de los gobiernos en ejercicio en los
cuales parece darse un taponamiento por parte del sujeto humanidad, visto en la
dimensión de universal que representa a la especie humana, del ser hablante definido
por el Uno que lo hace singular como lo propone el psicoanálisis.
De un lado, la
humanidad se enfrenta a un real de la naturaleza que aparece de pronto, del
cual aún no conocemos su ley, pero se espera que los científicos, que hacen parte
de esa humanidad, la encuentren y elaboren una vacuna que impida el contagio. Los
gobiernos a su vez, para defenderse de ese real que se presenta como un enemigo
que hace tambalear su estructura, y apoyados en la autoridad del saber de los
comités científicos, llaman a los sujetos a acogerse a la consigna de salvar
vidas, a tomar una posición de defensa en el confinamiento de los espacios
individuales, y les piden que acepten lo que se impone como norma, pues entre
todos debemos salvar a la especie humana de la amenaza de muerte que se ha instalado,
sin un límite preciso de tiempo que indique que algún día se irá.