Germán Doin (24 años) y un equipo de producción joven realizaron
el documental “La educación prohibida”, mediante el método del “crowdfunding” o
financiación colectiva, por lo que la película tiene setecientos productores y
se distribuye de forma libre y gratuita. Entre fragmentos actuados, entrevistas
a especialistas de toda Latinoamérica, dibujos animados y textos, hace —en dos
horas y media— una “crítica” del sistema educativo actual, aludiendo a modelos
como logosofía, Waldorf, Montessori, Killpatrick, Freire, Escuela Activa, “Home-Schooling”.
Resultado: más de 500 exhibiciones independientes en una veintena de países, medio
millón de descargas, 6 millones de reproducciones online.
Habla de la enseñanza escolar actual como un sistema
autoritario de adiestramiento conductista, estandarizante, semejante al que
rige en fábricas y batallones, llevado a cabo en construcciones semejantes a
cárceles, regido por docentes interesados en cumplir planes diseñados por burócratas.
La escuela se transforma en un estacionamiento de niños, mientras están en edad
para trabajar.
Se aboga, entonces, por una escuela en la que el niño sea el
centro (no el maestro ni los contenidos), sin calificaciones, con útiles
comunitarios, sin estructura formal espacial, con contenidos atados a las
necesidades y no de espaldas a la realidad, lúdica, atenta a las aptitudes
individuales; en lugar de autoridad, disciplina y competencia: respeto,
libertad y amor. Así como al bosque, al niño habría que dejarlo crecer
tranquilo.