Gloria González
Presentar un caso —en este caso,
en el ámbito de las Jornadas de la Escuela— implica el compromiso de tratar de
transmitir un hacer en la práctica, así como la singularidad que logramos
ubicaren un sujeto, al menos, al momento de la exposición de esa experiencia.
Eric Laurent plantea que “un
caso, es un caso, si testimonia, y lo hace de
la incidencia lógica de un decir en el dispositivo de la cura, y de su
orientación hacia el tratamiento de un problema real, de un problema libidinal,
de un problema de goce. Si observamos esta gravitación de la lógica
significante en el campo del goce, entonces podremos hablar del caso…”.
Con el recorte hecho en el caso
presentado, pretendí mostrar que la solución de un sujeto ante la castración,
por la vía de la construcción de un rasgo perverso que lo deja fascinado ante
la imagen, nos conduce a una zona en la que no podemos hablar de una separación
entre el objeto de goce y el objeto de amor, sino más bien, de una
imposibilidad que lleva a que lo mismo: “las
mujeres no me corresponden”, aparezca de distintas formas: como impotencia
que lo excluye del goce sexual y como impedimento para amar, satisfaciendo así
una u otra vez, la voz superyoica que ordena: “ver y no tocar…”, modalidad de goce en la que es posible constatar
esa gravitación significante que Laurent nos invita a considerar.