jueves, 27 de septiembre de 2012

El Cartel: dispositivo de Escuela

Gloria González


Para la ejecución del trabajo adoptaremos el principio de una elaboración sostenida en un pequeño grupo. Cada uno de ellos (tenemos un nombre para designar esos grupos) se compondrá de tres personas al menos, de cinco como máximo, cuatro es la medida justa. Más una encargada de la selección, de la discusión y de la salida que hay que reservar al trabajo de cada cual. Después de un cierto tiempo de funcionamiento, los elementos de un grupo verán que se les propone que permuten en otro.

Jacques Lacan: Acta de fundación junio de 1964


La comisión de carteles de la NEL-Bogotá, para el período 2012-2014, toma el relevo del trabajo decidido que ha venido siendo realizado en torno al cartel. Se trata de un dispositivo ideado por Lacan para llevar a cabo el trabajo de formación de los analistas en su Escuela. Con un “pequeño grupo” buscaba poner en marcha su proyecto Escuela, alejado de la idea de "analistas didactas", por fuera de un saber jerarquizado encarnado por alguien.

El cartel es una estructura "horizontal" para poner en juego la transferencia de trabajo. Comanda este pequeño grupo un “más-uno” (llamado así por Lacan); se trata de una función y desde esta reducción a la función, debe operar para impulsar el trabajo, para mantener viva la transferencia puesta a prueba en el acontecer diario, en la contingencia, y para animar a la producción de cada cartelizante y a la presentación de los productos. El cartel aloja la singularidad de cada uno de sus integrantes, respeta sus ritmos y sus tiempos, acoge sus preguntas. Debemos preservar esta base, pues “el cartel tendía, en la idea de Lacan, a que los miembros de base, incitados a entrar en la organización circular de la Escuela, también escaparan a la empresa de los didactas" (Miller, J-A. El cartel en el mundo)

Así propone Lacan esta estructura para la conformación del cartel: “se compondrá de tres personas al menos, de cinco como máximo, cuatro es la medida justa. Más una encargada de la selección, de la discusión y de la salida que hay que reservar al trabajo de cada cual”. No obstante, nuevas invenciones para el funcionamiento de los carteles han tomado forma en nuestra comunidad, entre ellas los carteles ampliados y los fulgurantes. Su aparición en nuestro ámbito nos conduce a preguntas acerca de la vigencia de la estructura propuesta por Lacan, dadas las coordenadas de nuestra época: ¿debemos preservarla tal y como nos la formuló?, ¿es preciso cambiarla?, ¿qué argumentos soportarían una u otra posición? Estas son algunas de las preguntas que me hago al momento de asumir la comisión de carteles para este periodo, e invito a los miembros y asociados de la Escuela a pensarlas también.

En la Intervención de Jacques-Alain Miller durante la jornada de Carteles de la ECF, el 8 de octubre de 1994, que se publicó bajo el titulo:El cartel en el mundo, manifiesta una preocupación por la falta de entusiasmo respecto a este órgano base de la Escuela. En su texto, vuelve a los orígenes del cartel, explicita su carácter no jerárquico y resalta que el trabajo de la Escuela, ese que “en el campo abierto por Freud restaure el filo cortante de su verdad…” por principio, pasa por el cartel, se sostiene en él. Al final de este escrito encuentran el texto mencionado, que considero una lectura obligada y en plena vigencia para abordar el tema que nos ocupa.

La NEL-Bogotá, invita a todos aquellos interesados en la formación de orientación lacaniana a acercarse a sus espacios y a conformar carteles en los que puedan poner a trabajar sus preguntas, sus inquietudes, sus intereses.