Florencia Reali
Durante mi lectura del
seminario V me surgieron las siguientes preguntas: ¿Qué tienen en común y cómo
se diferencian la necesidad, la demanda y el deseo?¿En qué sentido la necesidad
en los animales, que no tienen lenguaje, se diferencia de la necesidad en el
ser humano que habla?
En cuanto a la articulación
entre necesidad, demanda y deseo, en el seminario V, se destaca el rol de la
acción trasformadora del significante. La necesidad primordial es atravesada
por el significante dando paso a la demanda. En (p. 90, El sinsentido y el paso
al sentido) dice Lacan: “la demanda es aquello que “pasa” desde la necesidad,
por medio de un significante dirigido al Otro”. El deseo surge en un tercer
tiempo lógico, en el más allá de la demanda, en una operación mediada por la
significación fálica.
Durante la visita de Gustavo
Stiglitz, mis preguntas se acotaron como resultado de sus conferencias. El
habló de que la necesidad, la demanda y el deseo tienen relaciones distintas
con el objeto y con la satisfacción.
Mis preguntas entonces
tomaron la siguiente forma: ¿Cuál es la relación con el objeto (que designa o
satisface) en el caso de la necesidad, la demanda y el deseo? ¿Existe una
posibilidad de satisfacción en cada uno de los tres casos?
En el seminario V, Lacan
plantea tres tiempos lógicos y en cada uno se establece una relación distinta
con algún objeto:
- a) En el primer tiempo lógico la necesidad biológica está condicionada a un objeto que tiene carácter específico. Es decir, la necesidad se satisface naturalmente a través de muchos distintos objetos específicos. El animal tiene hambre (necesidad) y la satisface a través de cualquier comida (objeto).
- b) En un segundo tiempo lógico, la demanda surge como desviación del registro de la necesidad bruta. La necesidad entra en el desfiladero de los significantes perdiendo su especificidad con respecto al objeto. La demanda no es demanda de objeto sino de una respuesta. Dice Lacan que toda demanda es demanda de amor. La demanda ha quedado alienada en la palabra en el campo del Otro.
- c) En un tercer tiempo lógico aparece el deseo en el más allá de la demanda. La relación con el objeto vuelve a tomar un lugar relevante. Pero, al igual que la demanda, el deseo está articulado al Otro. Al igual que en la necesidad, el deseo está condicionado a un objeto. Pero, a diferencia de la necesidad primigenia, el objeto que designa el deseo tiene carácter absoluto. La condición absoluta en el deseo hace que no pueda ser satisfecho. El interés del sujeto no es por el objeto en sí mismo, sino por la situación misma de ser un sujeto deseante.
De
la relación con el objeto Lacan dice (p. 339, capítulo Las fórmulas del deseo): El deseo inconsciente […] es algo distinto
que cualquier cosa dirigida a un objeto. Desconocemos el deseo que queremos
reconocer porque le asignamos un objeto cuando no se trata de un objeto. El
deseo es el deseo de aquella falta que en el otro designa otro deseo.
Segunda
cuestión: ¿podemos satisfacer la necesidad, la demanda y el deseo?
La necesidad primigenia se
satisface en el registro real con un objeto cualquiera: La sed se calma con el
agua. Pero la satisfacción de la demanda no es la satisfacción de una necesidad.
La demanda busca una respuesta del Otro. Entonces, la demanda no busca
satisfacción en el registro real sino en el registro simbólico.
En el caso del deseo, el
objeto no sirve para satisfacer el deseo sino para designarlo. La relación con un objeto es compleja ya que el deseo no
puede nunca ser satisfecho.
En varios capítulos del
Seminario V se trata la imposibilidad de satisfacción del deseo así como la
búsqueda del sujeto por mantener el deseo vivo, es decir, mantener el deseo insatisfecho.
En “Las fórmulas del deseo” dice Lacan: “Si la relación del deseo con el objeto
no fuera problemática no habría tema para tratar en el análisis. Los hombres,
como los animales, se dirigirían a su objeto, y no le darían rodeos a éste. […]
es decir, el hombre goza de desear, de ahí la necesidad de mantener el deseo
insatisfecho.” En “El significante, la barra y el falo”, Lacan nos dice que el deseo es
excéntrico a la satisfacción.
¿Cómo vislumbrar la
necesidad, el deseo y la demanda?¿Se presentan juntos o separados?
Un niño mira el escaparate y
dice: “Quiero ese pastel y no otro.” En este caso, ¿podríamos nombrar un
componente de necesidad, un componente de la demanda y también del deseo? ¿Estarían
anudados e inseparables el uno del otro?. Hay necesidad bruta en cuanto a que
hay hambre, y el hambre se sacia con comida y en particular con ese pastel. Pero
el hambre se sacia con cualquier comida y sin embargo el niño quiere “ese”
pastel y no otro: He ahí el deseo. Por último, la demanda: el pedido está
dirigido a algún otro, quien responde, le da (o le niega) al niño el pastel que
pide.